Lamentablemente, a nivel mundial (con más o menos énfasis de acuerdo al país) existe la creencia de que las mujeres sufren durante el parto.
La frase “las mujeres sufren durante el parto” (que más parece una sentencia) se la he escuchado a profesionales de la salud, a futuros papás, a autores de libros, a bloggeros, a mujeres, a investigadores y a muchas personas que hablan acerca del parto.
Quiero dejar claro que en el parto puede haber dolor o no, e igualmente puede haber sufrimiento o no. Muchas personas piensan que DOLOR y SUFRIMIENTO son lo mismo…pero en realidad no lo son.
El dolor es una experiencia personal profundamente subjetiva (influenciada por aspectos biológicos, psicológicos, socio-culturales), y para que exista, el cerebro debe interpretar como dolorosa alguna sensación que recibe, entonces solo existe el dolor si el cerebro así lo interpreta (por eso, la tolerancia al dolor varía mucho de una persona a otra).
La respuesta (en términos de emociones y conductas) que cada persona tiene ante el dolor también es personal y muy variable.
El sufrimiento es una de las posibles respuestas al dolor.
El sufrimiento aparece cuando la mente se fija en un aspecto negativo, no ve formas de solucionarlo y se enreda ahí, por ejemplo “apenas empezaron las contracciones y ya no aguanto más! Y si no puedo aguantar el dolor? Cuánto tiempo falta? Y si empeora? No podré hacerlo! y si le pasa algo a mi bebé? el parto va muy lento! quiero que saquen a mi bebé ya! pero no quiero una cirugía! me voy a morir? No me quiero morir aún!!”
OJO! Hay partos Sin dolor y Sin sufrimiento. También hay partos Con dolor y Con Sufrimiento…y aunque no lo crean hay partos Con Dolor y Sin sufrimiento y más aún, existen partos Sin dolor y Con muchísimo sufrimiento.
¿Cuál es un buen parto? Aquel en el que NO HAY SUFRIMIENTO...pues es el sufrimiento el que empuja a las mujeres (y a sus parejas) a tomar decisiones que muchas veces se alejan de lo que en verdad desean/necesitan, y también es el sufrimiento el que desencadena innumerables consecuencias en la salud mental de la mujer (y de quienes estén acompañando su parto).
Se repite tanto la frase de que las mujeres sufren en el parto que se va convirtiendo en una verdad aceptada colectivamente…y poco a poco va programando nuestra mente (desde que somos niñas) para sufrir en el parto.
Lo más normal es que ese sufrimiento asociado al dolor (del que escuchamos hablar) se convierta en el principal miedo durante la gestación y el parto, por lo tanto, con frecuencia se cree que si se elimina por completo el dolor en el parto, entonces se eliminará también el sufrimiento… y aunque a veces eso puede funcionar, existen muchas mujeres para las que no suele ser la solución más adecuada ya que muchas mujeres sufren en el parto es por exceso de miedos, por desinformación, por falta de apoyo continuo, por no ser escuchadas, por no poder moverse, por no contar con habilidades de afrontamiento, por no ser respetadas en sus derechos fundamentales, por sentirse confundidas y perdidas en el sistema de salud, porque desconfían del equipo médico, por ausencia de la pareja, por no contar con alternativas no-farmacológicas para el alivio del dolor, por estar solas durante el parto, por haber leído/escuchado interminables historias de horror acerca del parto, por creer que mientras más sufren más demuestran el amor hacia sus hij@s, por estar convencidas de que su cuerpo es defectuoso y no serán capaces de parir… y un largo, muy largo etcétera.
Entonces, respondiendo a la pregunta inicial ¿las mujeres sufren en el parto? La verdad es que algunas mujeres si sufren durante el parto, pero muchas no sufren! En el parto -y en la vida- EL SUFRIMIENTO ES OPCIONAL.